Mientras nuestro mundo se reabre lentamente y la gente trata de recuperar algún parecido con la "normalidad", nos quedan ahora los restos destrozados de lo que dos años de aislamiento pueden hacer a una sociedad y a su juventud. Antes de la pandemia, nuestros sistemas tenían fallos. Ahora, no podemos volver a lo que era. Para superar los costes de los últimos quince meses, para crecer, para tener jóvenes y familias sanas, tendremos que ir más allá de lo práctico y lo lineal, hacia lo superheroico.
Mientras miles de millones de dólares fluyen hacia las escuelas y comunidades como parte del Plan de Rescate Americano 2021, una de las preguntas clave es cómo utilizar el dinero para marcar la mayor diferencia para los jóvenes. ¿Qué se necesita para que vuelvan a participar en las escuelas, recuperen el tiempo perdido, se pongan al día y se gradúen con las habilidades que necesitan para tener éxito como adultos? Hasta agosto de 2021, sólo el 20% de los 178.000 millones de dólares del plan se ha destinado a ayudar a los jóvenes a permanecer en la escuela y actualmente se está dirigiendo a programas para ayudar a contrarrestar la "pérdida de aprendizaje" de los estudiantes que faltaron a la escuela durante la pandemia.
En el condado de Gwinnett, las intervenciones que se están poniendo en marcha con estos fondos son sencillas: El condado está trabajando intensamente para reabrir las escuelas y poder impartir clases en persona y contratar al mayor número posible de grupos para poder ofrecer clases particulares. Estos esfuerzos son importantes. Es vital que el condado de Gwinnett, con su dinámica diversidad, comprenda también que el éxito de sus jóvenes en la educación está directamente ligado a sus necesidades más fundamentales de seguridad y pertenencia (Maslow, 1943).
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