A medida que la pandemia de COVID-19 continúa, hay desafíos imprevistos que se revelan ante nosotros. Una nueva cadena del virus ha brotado. El despliegue de la vacuna está atrasado con respecto al calendario anunciado. Y de cara al nuevo año, muchos están nerviosos por lo que esto podría significar para el 2021.

Aunque el virus es una realidad apremiante y difícil, no es la única a la que nos enfrentamos. Hay otras luchas que están ocurriendo además de la que encabezan los medios de comunicación.

Hay aumentos significativos de la pobreza, el hambre y las enfermedades que se han creado como resultados secundarios de nuestra respuesta global a COVID-19. 500 millones de estudiantes han visto interrumpida su educación, creando la posibilidad de una generación perdida. Las escuelas públicas están fallando bajo el peso de COVID-19. Muchas escuelas que ofrecen instrucción en clase sólo están recibiendo el 20% de su alumnado en el aula. Las escuelas que utilizan el aprendizaje en línea están viendo resultados horribles, ya que los estudiantes no pueden cambiar de lugar, sobre todo cuando sus hogares están sufriendo y son caóticos.

¿Qué podemos hacer? Parece que hay heridos a nuestro alrededor. A veces parece que hay demasiados desafíos que son demasiado grandes.

Nosotros, como equipos de Boy With a Ball en todo el mundo, hemos pasado el último año aprendiendo y volviendo a aprender a ir con cuidado. No conocemos todas las respuestas, pero sabemos que no podemos perder una generación entera al pasar un año. Sabemos que hay algunas cosas que siguen siendo ciertas en medio de un mundo completamente nuevo.

El trabajo que hacemos llamado "Ama tu ciudad" nunca ha sido más pertinente, especialmente en medio de nuestra crisis global. No detuvimos nuestro trabajo en el último año. Nos paramos más lejos de las puertas y cambiamos la forma de dar clases, pero no nos detuvimos. Y el impacto fue significativo.

Lea nuestro recurso "No hay generación perdida". Un documento escrito por nuestro equipo de BWAB Global que detalla los efectos secundarios de la crisis de COVID-19 en los jóvenes y lo que hemos visto como soluciones efectivas a los costos de esta pandemia.

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