Una persona, creada para estar en una relación íntima con Jesús pero con un profundo dolor por no estarlo, utiliza e incluso daña a las personas mientras persigue satisfacer su propio vacío y dolor.

Sin una relación de fe sustancial con Jesús, algunos buscan llenarse de todo lo que puedan para dar algún nivel de satisfacción o distracción a su anhelo de Dios.

El Señor ayuda a una persona a ver su quebrantamiento y a creer las buenas nuevas de la venida de Jesús, mostrándoles cómo fueron hechos para relacionarse con Dios y cómo Él murió para rescatarlos. Lo creen y se arrepienten de su vida apartada de Él. Al hacerlo, vuelven a casa y deciden entregar su vida a Jesús y seguirle de todo corazón.

Cada día más, a medida que una persona llega a casa de Jesús y su corazón es sanado, su corazón ahora comienza a llenarse de compasión. ¿Cómo pueden ayudar a los demás?

La comunión del Espíritu Santo con el corazón de la persona y la dirección de su vida la conducen al corazón del Señor y a su búsqueda incesante de las personas que Él pone a su alrededor. Cada paso para aprender a "vivir una vida de amor" fuerza a la persona a vivir más profundamente en el poder del Espíritu Santo, permitiendo que Jesús use su vida para llevar a otros a Él, así como para extender el gobierno de Su Reino en su comunidad.

A lo largo de pequeños éxitos y fracasos repetidos, una persona aprende a seguir a Jesús, guiada por el Espíritu Santo a Su manera de ayudar a otras personas a crecer y prosperar.